martes, 30 de abril de 2013

MES DE MAYO.

UNA FLOR, CON UN NOMBRE,
PARA CADA DIA DEL MES DE MAYO
 
La Iglesia otorga este mes a María para conocerla y amarla más

Mayo es el mes de las flores, de la primavera. Muchas familias esperan este mes para celebrar la fiesta por la recepción de algún sacramento de un familiar. También, Mayo es el mes en el que todos recuerdan a su mamá (el famoso 10 de Mayo) y las flores son el regalo más frecuente de los hijos para agasajar a quien les dio la vida.

Por otro lado, todos saben que este mes es el ideal para estar al aire libre, rodeado de la belleza natural de nuestros campos. Precisamente por esto, porque todo lo que nos rodea nos debe recordar a nuestro Creador, este mes se lo dedicamos a la más delicada de todas sus creaturas: la santísima Virgen María, alma delicada que ofreció su vida al cuidado y servicio de Jesucristo, nuestro redentor.

Celebremos, invitando a nuestras fiestas a María, nuestra dulce madre del Cielo.

Antonio Tejero
-Sacerdote-


 

ENSAYOS DE COMUNIONES

Para algunos de los niños de esta Parroquia se acerca el día de la Primera comunión. Ellos han terminado una etapa de la formacion cristiana, fruto del compromiso de sus padres en el día de su bautismo.
Han sido varios años de catequesis y de participacion en las diversas actividades que esta iglesia ofrece. Le pedimos al Señor esta semana por ellos.


 








domingo, 28 de abril de 2013


Dios nos juzgará por la caridad
 
Autor: Papa Francisco
 
Queridos hermanos y hermanas, buenos días!

En el Credo profesamos que Jesús "de nuevo vendrá con gloria para juzgar a los vivos y a los muertos". La historia humana comienza con la creación del hombre y la mujer a imagen y semejanza de Dios y concluye con el juicio final de Cristo. A menudo nos olvidamos de estos dos polos de la historia, y sobre todo la fe en el regreso de Cristo y en el juicio final a veces no está tan clara y sólida en el corazón de los cristianos. Jesús durante su vida pública, a menudo ha reflexionado sobre la realidad de su venida final.

Sobre todo recordamos que, con la Ascensión, el Hijo de Dios ha llevado al Padre nuestra humanidad que Él asumió y quiere atraernos a todos hacia Sí mismo, llamar a todo el mundo para que sea recibido en los brazos abiertos de Dios, para que, al final de la historia, toda la realidad sea entregada al Padre. Hay, sin embargo, este "tiempo intermedio" entre la primera venida de Cristo y la última, que es precisamente el momento que estamos viviendo. En este contexto se coloca la parábola de las diez vírgenes (cf. Mt 25,1-13). Se trata de diez muchachas que esperan la llegada del Esposo, pero tarda y ellas se duermen. Ante el repentino anuncio de que el Esposo está llegando, todas se preparan para recibirlo. Pero mientras cinco de ellas, prudentes, tienen el aceite para alimentar sus lámparas, las otras, necias, se quedan con las lámparas apagadas, porque no lo tienen; y mientras lo buscan, el Esposo llega y las vírgenes necias encuentran cerrada la puerta que conduce a la fiesta de bodas. Llaman con insistencia, pero es demasiado tarde, el Esposo responde: no os conozco.

El Esposo es el Señor, y el tiempo de espera de su llegada es el tiempo que Él se nos da, con misericordia y paciencia, antes de su llegada final, tiempo de la vigilancia; tiempo en que tenemos que mantener encendidas las lámparas de la fe, de la esperanza y de la caridad, tiempo de mantener abierto nuestro corazón a la bondad, a la belleza y a la verdad; tiempo que hay que vivir de acuerdo con Dios, porque no conocemos ni el día, ni la hora del regreso de Cristo. Lo que se nos pide es estar preparados para el encuentro: preparados a un encuentro, a un hermoso encuentro, el encuentro con Jesús. Esto significa ser capaz de ver los signos de su presencia, mantener viva nuestra fe con la oración, con los Sacramentos, estar atentos para no caer dormidos, para no olvidarnos de Dios. La vida de los cristianos dormidos es una vida triste, ¿eh?, no es una vida feliz. El cristiano debe ser feliz, con la alegría de Jesús... ¡No se duerman!

La segunda parábola, la de los talentos, nos hacen reflexionar sobre la relación entre la forma en que usamos los dones recibidos de Dios y su regreso, cuando nos pedirá cómo los hemos utilizado (cf. Mt 25,14-30). Conocemos bien la historia: antes de salir de viaje, el dueño da a cada siervo algunos talentos para que sean bien utilizados durante su ausencia. Al primero le entrega cinco, dos al segundo y uno al tercero. Durante su ausencia, los dos primeros siervos multiplican sus talentos -se trata de monedas antiguas, ¿verdad?-, Mientras que el tercero prefiere enterrar su propio talento y entregarlo intacto a su dueño. A su regreso, el dueño juzga su trabajo: alaba a los dos primeros, mientras que el tercero viene expulsado fuera de la casa, porque ha mantenido oculto por temor el talento, cerrándose sobre sí mismo. Un cristiano que se encierra dentro de sí mismo, que oculta todo lo que el Señor le ha dado... ¿es un cristiano?... ¡no es un cristiano! ¡Es un cristiano que no agradece a Dios todo lo que le ha dado!

Esto nos dice que la espera del retorno del Señor es el tiempo de la acción. Nosotros somos el tiempo de la acción, tiempo para sacar provecho de los dones de Dios, no para nosotros mismos, sino para Él, para la Iglesia, para los otros, tiempo para tratar siempre de hacer crecer el bien en el mundo. Y sobre todo hoy, en este tiempo de crisis, es importante no encerrarse en sí mismos, enterrando el propio talento, las propias riquezas espirituales, intelectuales, materiales, todo lo que el Señor nos ha dado, sino abrirse, ser solidarios, tener cuidado de los demás. En la plaza, he visto que hay muchos jóvenes. ¿Es verdad esto? ¿Hay muchos jóvenes? ¿Dónde están? A ustedes, que están en el comienzo del camino de la vida, pregunto: ¿Han pensado en los talentos que Dios les ha dado? ¿Han pensado en cómo se pueden poner al servicio de los demás? ¡No entierren los talentos! Apuesten por grandes ideales, los ideales que agrandan el corazón, aquellos ideales de servicio que harán fructíferos sus talentos. La vida no se nos ha dado para que la conservemos celosamente para nosotros mismos, sino que se nos ha dado, para que la donemos. ¡Queridos jóvenes, tengan un corazón grande! ¡No tengan miedo de soñar cosas grandes!

Por último, una palabra sobre el párrafo del juicio final donde viene descrita la segunda venida del Señor, cuando Él juzgará a todos los seres humanos, vivos y muertos (cf. Mt 25,31-46). La imagen utilizada por el evangelista es la del pastor que separa las ovejas de las cabras. A la derecha se sitúan los que han actuado de acuerdo a la voluntad de Dios, que han ayudado al hambriento, al sediento, al forastero, al desnudo, al enfermo, al encarcelado, al extranjero. Pienso en los muchos extranjeros que hay aquí en la diócesis de Roma. ¿Qué hacemos con ellos? Mientras que a la izquierda están los que no han socorrido al prójimo. Esto nos indica que seremos juzgados por Dios en la caridad, en cómo lo hemos amado en los hermanos, especialmente en los más vulnerables y necesitados. Por supuesto, siempre hay que tener en cuenta que somos justificados, que somos salvados por la gracia, por un acto de amor gratuito de Dios que siempre nos precede. Solos no podemos hacer nada. La fe es ante todo un don que hemos recibido, pero para dar fruto, la gracia de Dios siempre requiere de nuestra apertura a Él, de nuestra respuesta libre y concreta. Cristo viene para traernos la misericordia de Dios que salva. Se nos pide que confiemos en Él, de responder al don de su amor con una vida buena, hecha de acciones animadas por la fe y el amor.

Queridos hermanos y hermanas, no tengamos nunca miedo de mirar el juicio final; que ello nos empuje en cambio a vivir mejor el presente. Dios nos ofrece con misericordia y paciencia este tiempo para que aprendamos cada día a reconocerlo en los pobres y en los pequeños, para que nos comprometamos con el bien y estemos vigilantes en la oración y en el amor. Que el Señor, al final de nuestra existencia y de la historia, pueda reconocernos como siervos buenos y fieles. Gracias.

jueves, 25 de abril de 2013

TESTIMONIO

 

María Vallejo Nágera nos cuenta su conversión


Vale más un testimonio que mil teorías. María Vallejo Nagera, hija de un famoso Psiquiatra, escritora de fama, madre de familia, esposa de un Ingeniero Industrial, bastantes años navegando en un mundo frívolo, de escasa práctica religiosa. Ella veía muy lejos eso de la Misa, la Confesión, la oración... Sus amistades coincidían con ella en el modo de enfocar la poca fe que tenía. Hasta que un día unas amigas anglicanas la invitan a ir a Medjugorje cuando todavía estaba en marcha la famosa guerra de Bosnia. Y es en este lugar mariano donde ella es "derribada del caballo" como San Pablo, recibiendo una intensa luz en su alma que le hizo ver lo que ella era y lo que era Dios.
Pero es mejor escuchar como ella cuenta este testimonio con el asombro todavía en su alma de lo que le ocurrió, y le sigue ocurriendo en el encuentro diario con Jesucristo en la Eucaristía.


 
Si al oir a María Vallejo nace en nosotros un deseo de amar más a Dios y al prójimo, con un compromiso fuerte de dar testimonio de lo que creemos, ha valido la pena. Hay que difundir este providencial vídeo:

www.youtube.com/watch

martes, 23 de abril de 2013





El camino hacia la canonización de Juan Pablo II ha tomado un nuevo impulso después de que la comisión médica de la Congregación para la Causa de los Santos aprobara un supuesto milagro por intercesión de Wojtyla, que puede ser proclamado santo el 20 de octubre de este año.

Así lo asegura el semanario italiano "Credere", de la congregación de los "Paulinos", que en su último número, del que ha adelantado un extracto que publican los medio italianos, informa que la comisión médica de la Congregación para la Causa de los Santos ha reconocido como "inexplicable para la ciencia" una curación por intercesión el papa Wojtyla.

Sería el milagro necesario para la canonización del primer papa polaco de la historia, que fue beatificado el 1 de mayo de 2011.

Para que una persona sea beatificada es necesario que se haya producido un milagro debido a su intercesión y para que sea canonizado es necesario un segundo milagro. Ese segundo milagro debe ocurrir después de ser proclamado beato.

La normativa vaticana establece que una vez que la comisión médica da su visto bueno, el "milagro" será analizado por un grupo de teólogo, que si también lo aprueban pasa a la Congregación para la Causa de los Santos, de la que forman parte 30 cardenales, para su posterior aprobación.

Después lo presentarán al papa para que de su visto bueno definitivo. A partir de ese momento, se puede celebrar la canonización.

"Credere" afirma que si todo sigue su curso en esa línea (aprobación del milagro), el día "más probable" para la canonización de Juan Pablo II puede ser el 20 de octubre, fecha intermedia entre el 35 aniversario de la elección de Karol Wojtyla como papa (el 16 de octubre de 1978) y el comienzo oficial de su pontificado, el 22 de octubre siguiente).

El anuncio fue acogido con gran alegría en el mundo católico, donde aún sigue vivo el grito "súbito santo" (santo ya) que decenas de miles de personas corearon aquel día de abril de 2005.

El 1 de mayo de 2011 fue proclamado beato por Benedicto XVI en la beatificación más multitudinaria de la historia de la Iglesia. El milagro que le llevó a la gloria de los altares fue la curación de manera inexplicable para la ciencia de la religiosa francesa Marie Simon Pierre que padecía parkinson

PRIMERAS COMUNIONES


FECHAS PROGRAMADAS PARA EL SACRAMENTO DE LA

PRIMERA COMUNIÓN

 

Parroquia  de Santiago........................      SÁBADO 4 DE MAYO.

Aldea de Sotogordo……………………………     DOMINGO  5 DE MAYO

Aldea de El Palomar............................      DOMINGO 12 DE MAYO

Aldea de la Mina....................................    DOMINGO 26 DE MAYO

Aldea de la Ribera Baja.....................    FIESTAS DE SAN JUAN

 

lunes, 22 de abril de 2013

Un pequeño grano de arena en este oceano

Un instrumento donde intentaremos hacer de la red un espacio donde comunicar todo lo que durante este tiempo ocurra  en esta iglesia local.