11 de mayo
Los entendidos, cuando hablan del gladiolo,
comentan que refleja a la cabeza dominando el corazón y los sentidos.
Ciertamente que en la época que nos toca
vivir decimos que no hay que ser sentimentalistas; que hay que huir de todo
aquello que denote debilidad en el carácter o en el corazón.
Ojalá nosotros, por el contrario, seamos de aquellos que piensan
que el corazón tiene razones poderosas que jamás la mente podrá doblegar ni
entender.
María, al recibir este obsequio en forma de flor, nos recuerda que
Ella también meditó, guardó y saboreó todo aquello que el Espíritu le inspiraba
en lo más hondo de su corazón.
Qué razón tenía aquel sabio cuando sentenció:
“dejar al hombre sin sentimientos es convertirlo en fría
piedra”.
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